martes, 3 de febrero de 2009
Desde la Comuna de París
LAS MANOS DE JUANA MARÍA
jean arthur rimbaud
I.Juana María tiene manos fuertes,/manos oscuras que curtió el verano,/las manos amarillas de los muertos./Juana María, ¿son así tus manos?
II.¿Han encontrado su color moreno/en los pantanos de las perversiones?/¿O se sumergieron en las Lunas/en las albercas de las suavidades?
III.¿Han bebido tal vez bárbaros cielos/serenas sobre las rodillas bellas?/¿Enrollaron cigarros/o un día traficaron con diamantes?
IV.¿Sobre el pie ardoroso de las vírgenes/han marchitado el oro de las flores?/La sangre negra de las belladonas/ encima de su palma estalla y duerme.
V.¿Manos que persiguen los insectos/que en el azul de tus auroras zumban/en busca de nectarios,/manos decantadoras de venenos?
VI.¿Cuál es el sueño que las ha cogido/cuando se despertaban?/¿El inaudito sueño de las Asias/de los Khenghavars o de los Siones?
VII.No vendieron naranjas esas manos/ni a los pies de los dioses negrecieron:/No lavaron pañales esas manos/de torpes pequeñuelos sin miradas.
VIII.Son las que doblegan las cervices,/manos que jamás fueron malignas,/más fatales que máquinas,/más fuertes que un caballo.
IX.No son estas las manos de una prima/ni de las obreras de amplias frentes/que entre los bosques con olor a usina,/quema un Sol embriagado de alquitranes.
X.Moviéndose como las hogueras/y sacudiendo todos sus temblores/su carne canta Marsellesas/y nunca los Eleisones.
XI.Ellas ceñirán vuestros cuellos/malas mujeres, romperán vuestras manos,/mujeres nobles con infames manos/llenas de blancuras y carmines.
XII.El brillo de esas amorosas manos/hace volver la testa a las ovejas/y sobre sus falanges exquisitas/el Sol inmenso su rubí coloca.
XIII.Una mancha de pueblo/las oscurece cual marchito seno./¡El dorso de esas manos es el sitio/que altivamente besan los rebeldes!
XIV.Maravillosas empalidecieron/al pleno Sol de amores saturado/sobre el bronce de la ametralladora/a través de París alzado en armas.
XV.Algunas veces, ¡oh, manos sagradas!/Una cadena con anillos claros/grita en vuestros puños donde tiemblan/vuestros labios sedientos para siempre.
XVI.Y hay un latido extraño/en nuestros seres, cuando algunas veces/os quieren dar blancura, manos de ángel/¡y la sangre aparece en vuestros dedos!
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